Ejecutados en la guillotina

Fuente: Wikipedia. Páginas: 74. Capítulos: Ejecutados en la guillotina en la Revolución francesa, Luis XVI de Francia, María Antonieta de Austria, Olympe de Gouges, Maximilien Robespierre, André Chénier, Ravachol, Sophie Scholl, Charlotte Corday, Georges-Jacques Danton, Marcel Petiot, Madame du Barry, Sante Geronimo Caserio, Camille Desmoulins, Henri Désiré Landru, Anacharsis Cloots, Luis Felipe II de Orleans, Antoine Lavoisier, Louis de Saint-Just, Marinus van der Lubbe, Helmuth Hübener, Auguste Vaillant, Isabel de Francia, Felice Orsini, Peter Kürten, Jean Nicolas Houchard, Jean Sylvain Bailly, Pierre-Gaspard Chaumette, Guillaume-Chrétien de Lamoignon de Malesherbes, Franz Jägerstätter, Jean-Baptiste Carrier, Madame Roland, François Babeuf, Elisabeth von Thadden, Mildred Harnack, Jacques-René Hébert, Jean-Baptiste-Joseph Gobel, Claude Fauchet, Georges Cadoudal, Libertas Schulze-Boysen, Fabre d'Églantine, Antoine Barnave, Georges Couthon, Hans Scholl, Kurt Huber, Alexander Schmorell, Augustin Robespierre, Willi Graf, Alexandre François Marie de Beauharnais, Jacques Pierre Brissot, Federico von der Trenck, Hilde Coppi, Adam Philippe de Custine, Jean-Baptiste Boyer-Fonfrède, Christoph Probst, Walter Klingenbeck, Hamida Djandoubi, Louis-Marthe de Gouy d'Arsy, Antoine Simon. Extracto: Luis XVI de Francia (en francés Louis XVI) (Versalles, 23 de agosto de 1754 - París, 21 de enero de 1793) llamado Luis el Último (Louis le Dernier) o Luis Capeto (Louis Capet) por los revolucionarios, fue rey de Francia y de Navarra entre 1774 y 1789, copríncipe de Andorra entre 1774 y 1793 y rey de los franceses entre 1789 y 1792. La llegada de Luis XVI al trono hizo pensar en grandes reformas del reino, pero su falta de carácter, las intrigas de su corte y la oposición de los nobles le impidieron llevar a cabo las reformas necesarias. En cuanto a política exterior tuvo más éxito, debilitando a Inglaterra y manteniendo la paz en Europa. Intentó en cuatro ocasiones (1774-1776, 1781 y dos en 1787) realizar reformas, estableciendo un impuesto equitativo que sustituyera a la talla heredada del feudalismo. La nobleza de toga del Parlamento de París y la corte de Versalles se negaron a tales reformas, haciendo al rey tener que presentar sus propuestas ante una Asamblea de Notables y más tarde ante los Estados Generales para aprobarlas. En los Estados Generales de 1789, el Tercer Estado, al que no se le concedió el voto por persona que solicitaba se autoproclamó Asamblea Nacional, jurando no disolverse hasta dar una Constitución a Francia. El rey cedió ante la Asamblea, viéndose más tarde obligado a trasladarse al parisino Palacio de las Tullerías. Debido a su desacuerdo con las leyes y reformas (como la confiscación de bienes de la iglesia y la constitución civil del clero), y viendo lo rebajada que había quedado su autoridad, adoptó una doble actitud, aparentando en público estar de acuerdo con la Asamblea y conspirando en privado en contra de ella, para eliminar a los revolucionarios del poder. El rey decidió fugarse para unirse a un ejército afín, pero fue detenido en Varennes-en-Argonne, llevado de vuelta a París y suspendido de sus funciones. A pesar de que hubo un movimiento republicano que exigía que el rey fuera castigado, el monarca firmó la Constitución de 1791